mércores, 12 de decembro de 2012

Big data 2013 y sanidad

La consultora RocaSalvatella acaba de publicar su top ten en tendencias tecnológicas para el próximo año 2013 y en el número uno está... ¡big data! 

Esta lectura me ha recordado otra de hace ya unos meses. Una de esas referencias "imprescindibles" que aparecen justo cuando ya tienes elegida hasta la corbata para leer la tesis doctoral, en este caso sobre data mining en cirugía del cáncer de pulmón. Se trata de un informe del McKinsey Global Institute (MGI) titulado Big data: The next frontier for innovation, competition, and productivity. Recomiendo encarecidamente el executive summary, porque también hay que disfrutar un poco de la vida.

Uno de los titulares de este informe es el siguiente:


"$300 billion potential annual value to US 
health care -more than double the total annual health care spending in Spain".

Es decir, que si el sector de la salud en EE.UU. consiguiese usar esta tecnología de una forma creativa y efectiva para potenciar la eficiencia y la calidad, MGI estima que el valor potencial de los datos en ese sector superaría los 300 billones ¿americanos? de dólares cada año, dos tercios de los cuales permitirían reducir los gastos del sistema nacional de salud entorno al 8%. Ahorro basado exclusivamente en eficiencia y calidad, antes de empezar a hablar de detección de fraude, errores y "desajuste fiscales". Y todo esto sin comprometer la salud de las personas. Más bien todo lo contrario: "mejorando los resultados de salud". 

Siguiendo en la misma línea también titulan:

"€250 billion potential annual value to Europe's public 
sector administration -more than GDP of Greece"

En definitiva, que a Papá Noel no le pido nada para mí. Le pido que nuestros regidores lean el citado informe estas navidades. Pero no el informe entero, me conformo con el executive summary. En el último párrafo de su página 12 dice: 

"El sector sanitario en EE.UU  es otro ejemplo de como la estructura de una industria impacta sobre la dificultad para la extracción de valor de los datos. Este es un sector que no sólo presenta un déficit de transparencia en cuanto a costes y calidad, sino también una estructura industrial en la cual los pagadores ganarán (al reducir los gastos por tratamientos innecesarios) con el uso de los datos clínicos. Sin embargo, las ganancias de los pagadores serán a expensas de los proveedores (menos procedimientos a facturar) de los que los pagadores tienen que obtener estos datos clínicos".

Ya ven, todo un canto a la "eficiencia" de la gestión privada de la salud.

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